Una receta de croquetas diferente, sencilla y muy sabrosa. Hoy os presento una forma alternativa de hacerlas sin necesidad de realizar una bechamel, sólo con un poco de calabaza y un poco de imaginación, te saldrán unas deliciosas y suaves croquetas.

Ingredientes (20 piezas):

  • 500g de calabaza
  • 1 cebolla
  • 1 diente de ajo
  • 200g de queso manchego rallado
  • aceite de oliva virgen extra
  • sal
  • nuez moscada
  • pimienta blanca
  • albahaca
  • harina
  • 2 huevos
  • pan rallado

Preparación:

  1. Cortamos la calabaza en trozos, sin pelar y la ponemos a asar en el horno a 180º durante unos 20 minutos. Hasta que al pincharla esté blanda.
  2. Mientras en una sartén sofreímos a fuego lento el ajo y la cebolla.
  3. Cuando la calabaza esté asada y la cebolla y el ajo bien pochados, la añadimos en trozos pequeños ya pelada al sofrito. La rehogamos un poco e incorporamos la sal y las especias. 
  4. Una vez que lo tenemos todo bien mezclado y empapado del sabor de las especias, añadimos el queso rallado y trituramos. Hay que tener cuidado con la humedad de la masa, pues si no, nos resultará muy difícil de rebozar y dar forma, por ello no se le añade nata o cualquier otro líquido.
  5. Ahora sólo nos queda rebozar y freír. Para ello, necesitamos tres platos. En el primero echamos la harina, en el segundo batimos los huevos y en el último vertemos el pan rallado. Y comenzamos a rebozar por este orden. Primero pasamos las bolas por la harina, posteriormente por el huevo y finalmente por el pan rallado. Calentamos abundante aceite en una sartén y freímos a fuego fuerte muy poco tiempo, sólo hasta que estén doradas.
  6. Sacamos a un plato cubierto con papel absorbente para recoger el exceso de aceite y ya están.

Si quieres hacerlas veganas, simplemente prescindes del queso y sustituyes el huevo por un poco de agua y en el caso de ser celiaco, habría que cambiar la harina de trigo y el pan rallado por harina de garbanzos o harina de maíz. 
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